lunes, 11 de febrero de 2008

Historia de badajoz

Reino de taifas


Las taifas fueron hasta treinta y nueve pequeños reinos (ملوك الطوائف) en que se dividió el califato de Córdoba después del derrocamiento del califa Hisham III (de la dinastía omeya) y la abolición del califato en 1031. Posteriormente, tras el debilitamiento de los almorávides, surgieron los llamados segundos Reinos de Taifas entre 1144 y 1170.

Desde que el califa Hisham II es obligado a abdicar en 1009 hasta el año de la abolición formal del califato en 1031 se suceden en el trono de Córdoba nueve califas, de las dinastías omeya y hamudí, en medio de una anarquía total que se refleja en la independencia paulatina de las taifas de Almería, Murcia, Alpuente, Arcos, Badajoz, Carmona, Denia, Granada, Huelva, Morón, Silves, Toledo, Tortosa, Valencia y Zaragoza. Cuando el último califa Hixam III es depuesto y proclamada en Córdoba la república, todas las coras (provincias) de Al-Ándalus que aún no se habían independizado se autoproclaman independientes, regidas por clanes árabes, bereberes o eslavos.

En el trasfondo se hallaban problemas muy profundos. Por una parte, las luchas por el trono califal no hacían sino reproducir las luchas internas que siempre habían asolado el emirato y el califato por causas raciales (árabes, bereberes, muladíes o eslavos, esclavos libres de origen centroeuropeo o del norte peninsular). También influían la mayor o menor presencia de población mozárabe, el ansia independentista de las áreas con mayores recursos económicos y también la agobiante presión fiscal necesaria para financiar el coste de los esfuerzos bélicos.
Cada taifa se identificó al principio con una familia, clan o dinastía. Así surgen la taifa de los amiríes (descendientes de Almanzor) en Valencia; la de los tuyibíes en Zaragoza; la de los aftasíes en Badajoz; la de los birzalíes en Carmona; la de los ziríes en Granada; la de los hamudíes en Algeciras y Málaga; y la de los abadíes en Sevilla. Con el paso de los años, las taifas de Sevilla (que había conquistado toda la Andalucía occidental y parte de la oriental), Badajoz, Toledo y Zaragoza, constituían las potencias islámicas peninsulares.

Durante el apogeo de los reinos de taifas (siglo XI y después a mediados del siglo XII), los reyes de las taifas compitieron entre sí no sólo militarmente, sino sobre todo en prestigio. Para ello, trataron de patrocinar a los más prestigiosos poetas y artesanos.

Sin embargo, la disgregación del califato en múltiples taifas, las cuales podían subdividirse o concentrarse con el paso del tiempo, hizo evidente que sólo un poder político centralizado y unificado podía resistir el avance de los reinos cristianos del norte. Careciendo de las tropas necesarias, las taifas contrataban mercenarios para luchar contra sus vecinos o para oponerse a los reinos cristianos del norte. Incluso guerreros cristianos, como el propio Cid Campeador, sirvieron a reyes musulmanes, luchando incluso contra otros reyes cristianos. Sin embargo, esto no fue suficiente y los reinos cristianos aprovecharían la división musulmana y la debilidad de cada taifa individual para someterlas. Al principio el sometimiento era únicamente económico, forzando a las taifas a pagar un tributo anual, las parias, a los monarcas cristianos. Sin embargo, la conquista de Toledo en 1085 por parte de Alfonso VI de Castilla hizo palpable que la amenaza cristiana podía acabar con los reinos musulmanes de la península. Ante tal amenaza, los reyes de las taifas pidieron ayuda al sultán almorávide del norte de África, Yusef Ben Tashfin, el cual pasó el estrecho y no sólo derrotó al rey castellano en la batalla de Zalaca (1086), sino que conquistó progresivamente todas las taifas.

almanzor la reconquista


comentario
Este video nos relata como un rey vuelve a conquistar un territorio

ALMANZOR


fue un militar y politico andalusí, caudillo del califato deSu política demagógica y populista le permitió hacerse con nuevos apoyos y dar un auténtico golpe de Estado. En 978 expulsó a al-Mushafi y se convirtió en hayib. Al año siguiente salvó al príncipe de un complot y desde ese instante empezó a aparecer como el salvador de la dinastía y protector del Califa. Con este título trasladó la Administración a Madina al-Zahira, su residencia personal, cuya construcción comenzó en 979 y duró dos años. En 981 el joven califa delegó sus poderes en Almanzor, el cual recluyó a su señor en la jaula dorada de Medina Azahara. Esta política fue vivamente combatida por su suegro Galib, pero este último terminó derrotado y muerto en la Batalla de Torre Vicente, no lejos de Atienza. A pesar de su parentesco, Almanzor no dudó en acabar con el prestigioso militar para allanar el camino que le conduciría al poder, y no se privó de enviarle a su esposa Asma la cabeza de su infortunado padre.
Muhammad ibn Abū ʿĀmir adoptó entonces el título honorífico (laqb) de Al-Mansur y comenzó a reinar como verdadero dueño y señor de al-Andalus. Contrariamente a una opinión extendida, ni él ni sus sucesores llevaron en el laqb el epíteto de bi-l-llāh, incluyendo la palabra Alá, sin duda por prudencia, para evitar atribuirse un nombre honorífico propio de los califas.
Después de apartar a Subh del poder, Almanzor hizo asesinar a varios dignatarios molestos, como Dja'far ibn Hamdun (983), al-Mughira (984), su propio primo Askaladja o incluso a Ibn al-Rumahis, el almirante de la flota califal. Otro hito de su política interna fue la intensificación de la presencia de contingentes extranjeros en el ejército, una política iniciada por Abderramán IIIdespués de la derrota de Simancas.(939). De tal modo instaló contingentes de bereberes Sanhadja cerca de Elvira (Granada), Maghrawa (en la región montañosa de Córdoba) y a los Banu Birzal y Banu Ifran en la región de Jaén. Esta política estaba encaminada a alejar a los opositores árabes del Ejército y permitir a Almanzor rodearse de guerreros fieles tan sólo a su persona, y odiados por la población local, lo que impedían que pudieran traicionarle. cordoba y valido de HISAM II.

lunes, 4 de febrero de 2008

JAIME 1

jubentud: Hijo de Pedro el Catolico y de Maria de Montepellier. Su padre murio en la batalla de Muret defendiendo a sus vasallos occitanos. Tenía unos seis años cuando fue jurado en las Cortes de Lerida de 1214.
Reinado:Durante los quince primeros años de su reinado, mantuvo diversas luchas contra la nobleza aragonesa que incluso llegó a hacerle prisionero en 1224.En 1227 afrontó un nuevo alzamiento nobiliario aragonés, dirigido por el infante Fernando, tío del rey, que terminó, gracias a la intervención papal a través del arzobispo de Tortosa.